Blogia
avraham

Shrente

No conozco a ningún niño que tenga como ídolo a Shrek Tampoco conozco a ningún chaval que sueñe ser ciclista y parecerse a Chente. Una porque hay pocos que quieran ser ciclistas. Otra porque los valores del navarro no cotizan a la alza en la actualidad. Esfuerzo, honradez y profesionalidad, sólo por citar algunos. Pero tanto Shrek como Chente gustan a todos. Tanto a niños como mayores, a espectadores como a directores. Nadie se aburre con ellos y ambos resultan muy rentables. Al monstruo de las antenas aún le quedan muchas entregas por ofrecer. Chente debería estar rodando sus últimos capítulos encima de la bici. Más que nada por edad, no por rendimiento. Durante tantos años dándole a los pedales ha tenido tiempo de desarrollar una teoría filosófica. Este mocetón de Tafalla que parece sacado de un anuncio de Bocatta, es ni más ni menos que todo un líder espiritual. Su corriente de pensamiento ha creado escuela en el pelotón y muchos intentan ponerla en práctica cuando van en escapada . Se resume en una única oración. “Antes de coronar el repecho, bajas un piñón y atacas”. Una máxima tan simple y efectiva como su ideólogo. Un héroe con aspecto de ogro.

0 comentarios