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avraham

La ley del codo

Por fin cumplió hoy su objetivo Cipollini. Sale en todas las fotos de la llegada. Lo de menos es que ha ocupado la décima posición en la volata de la segunda etapa del Tour. “Que más dará el puesto” debe pensar el gran Supermario. Pero no todos los ciclistas son Cipollini, por lo que a más de uno no le importa jugarse el pellejo para sobrevivir. Y si un sprinter quiere seguir en este circo, sabe lo que le queda.Ganar.
En los sprints de hoy en día la parte del cuerpo que más cuenta no son las piernas sinó los codos. La soporífera tranquilidad de estas primeras etapas se transforma bajo la pancarta de 5 a meta. A partir de ahí la cabeza del pelotón se convierte en una melé pero a lo bestia. Como un córner contra el Sevilla. Se forma un grupo diferenciado de veinticinco ciclistas donde se declara el estado de excepción. Todo vale para conseguir la rueda de Petachi. Este viaja en butaca protegido por sus compañeros como durante muchos años hacía Cipollini. Ahora a Mario le toca buscarse la vida. Pero el prefiere abrirse y no jugársela porque en las fotos del Tour hay sitio para todos y lo más importante es tener salud.¿O no,Mario?

1 comentario

owen -

Salud.. sí señor, hay sitios para todos, parece que eso a Iban Mayo se le escapó, ¿no crack?