Blogia
avraham

Una de espías

Belda está celoso. Se lo temía desde hace tiempo. Ahora ya sabe lo que hay. Valverde le engaña con otro. Su joya de la corona le está poniendo los cuernos. Lo descubrió ayer en el hotel, tras la etapa. Como buen detective lo hizo todo con sutileza, sin dejarse ver. Sentado en el hall, detrás de un periódico, Belda observaba como Saiz esperaba a alguien en la cafetería. Notaba a Manolo un poco nervioso, como impaciente. Empezaron a bajar los corredores para cenar y de repente la típica expresión gruñona de Saiz se transformó en una desconocida sonrisa. Valverde se separó de sus compañeros y allí fue. A la cafetería. Hechizado por la sonrisa de Manolo. Sin percatarse de la presencia de su director. Según Saiz sólo se saludaron, según Belda hubo algo más. El espionaje se ha convertido en una faceta imprescindible para un buen director. A Ferreti, perro viejo donde los haya, algo no le cuadraba. Fichó a un español del que hablaban maravillas, el hombre que iba a derrotar a Armstrong, Terminaitor. Pero tras un fracaso en el Giro y otro en el Tour, Ferreti se puso a espiar a Aitor. No le costó demasiado trabajo descubrir el problema. La pista era evidente. El bronceado de los brazos de Aitor González se prolongaba hasta los hombros, es decir, un moreno de playa, no de currante. Ahora a Terminaitor se le acaban el contrato y las vacaciones. Por eso se ha metido de tapado en el selecto grupo de favoritos a la Vuelta. Entre estos ha encontrado una presencia inesperada. La de Menchov. El espía ruso.

2 comentarios

daniel -

super david blanco
menuda xoia galrga

gemma -

joer abraham, posnos artigos tan densos q non sei q comentar. q tempos aqueles nos q falabamos alegremente de Melendi...
bikos companheiros